Bienvenid@ a Alerta de Spoiler, una newsletter sobre cine y series para gente que está cansada del “clickbait” y los rumores, pero está lista para leer contenido selecto.
Soy María Belén, y en esta ocasión me referiré a cómo un virus ha puesto de cabeza a la industria del cine y lo que los estudios están haciendo (o al menos intentando hacer).
En menos de 24 horas se confirmó que Tom Hanks y Rita Wilson tenían el coronavirus e iban a entrar en cuarentena, se canceló la CinemaCon en Estados Unidos, A Quiet Place II, F9 (la novena de Rápidos y Furiosos), Mulán y The New Mutants retrasaron sus estrenos, y el Festival de Cine de Tribeca decidió posponer su edición de 2020.
Ese apenas fue el comienzo.
No importa qué tan duro estén trabajando en Hollywood. Nadie tiene idea de cuándo acabará esto y si se podrán continuar sus planes en 2021 como si nada hubiese pasado.
Aparte de la gente, las salas de cine fueron las primeras víctimas de un virus altamente contagioso que ha conseguido poner en cuarentena a, literalmente, todo el mundo. A partir de eso surgieron importantes preguntas que por ahora no tienen una respuesta exacta: ¿Cómo hará la industria del cine para reponerse? ¿Cuando todo esto pase, se volverá a la normalidad?
La principal duda es qué decidirá Hollywood con los estrenos que tiene pendientes. No Time To Die fue la primera en mover su fecha de estreno de abril a noviembre, con la esperanza de que para ese entonces esto habrá terminado, pero no hay forma de establecer un plan a largo plazo de momento, y es por eso que los estudios cinematográficos están decidiendo todo sobre la jugada.
En vista que absolutamente todas las producciones para cine y televisión que se estaban realizando por estos días han suspendido sus producciones (entre ellas The Batman, las 20 películas de Avatar, Jurassic World 3 y la serie de Luis Miguel), toca improvisar. Actualmente, la solución es el streaming, aunque no el que están pensando. Los estudios han adelantado los estrenos de sus películas en formato digital varias semanas antes de la fecha en la que originalmente iban a estar disponibles.
La medida hizo que Star Wars: The Rise of Skywalker se pudiera ver días antes y que Frozen 2 llegue a Disney+ mucho antes de lo planeado. Eso en cuanto a Disney, pero Universal no se queda atrás al hacer lo mismo con The Hunt, que recién llegaba a cines, Emma y The Invisible Man, el remake que al menos pudo ganarse unos cuantos dólares por un par de semanas en cartelera. Lo más interesante para este estudio, pero también perjudicial, fue que decidió lanzar también Trolls World Tour, una película de alto presupuesto que jamás imaginaron iba a terminar así.
A pesar de que para el momento estos lanzamientos parecen una buena idea, lo lamentable es que es válido para Estados Unidos, pagando el alquiler de 48 horas en $19,99. Sí, es más alto que lo que nos cuesta acá una película en Google Play, pero al tratarse de la economía norteamericana mejor les sale alquilarla que pagar 2 a 4 entradas (en Ecuador estamos cerca). Pero estas decisiones solo servirán para parchar la industria por un breve tiempo, ya que vendrán tiempos peores que pondrán a prueba a todos.
No hay cómo producir contenido, y en cuanto se pueda será un caos si es que se planean lanzar todos los estrenos retrasados en lo que queda del año. Nos aseguran que están “monitoreando de cerca” la evolución del coronavirus, pero me da la impresión que de eso hay para rato. Por ahora solo queda aferrarnos a Netflix, Amazon Prime Video o HBO, que continuarán con su calendario de contenido original en los próximos meses, mientras a Hollywood le toca innovar sí o sí y lanzarse de lleno al streaming para el mercado local e internacional con tal de evitar peores consecuencias.
Mientras tanto, recuerden permanecer en casa y hacer caso al tipo que sostiene los letreros. También pueden seguirme en Twitter, y opinar sobre el texto. Hasta la próxima.